DECEPCIÓN
Le teníamos muchas ganas al famoso restaurante de Jordi, de hecho, hicimos un viaje a Barcelona para conocer la ciudad y por que no decirlo, para comer en Abac.
El restaurante pertenece a un lujoso hotel ubicado en la antigua residencia de Doña Madronita Andreu y hoy en dia monumento del ayuntamiento de Barcelona.
Es realmente precioso y merece la pena pasarse solo para verlo.
En cuanto al menú, nos pedimos el menú largo y la verdad es que no nos sorprendió casi ningún plato y eso si que nos sorprendió.
En varios platos la combinación de sabores no tenía ningún sentido, incluso en el caso de la interpretación del calçots, nos pareció un plato realmente malo y mas teniendo en cuenta que hablamos de un 2 estrellas michelín.
En otros platos si podemos decir que estaban bien pero no a la altura.
Los postres si que nos parecieron impresionantes en cuanto a presentación y sabor, sin ninguna duda lo mejor y mas sorprendente de todo el menú.
Las mesas son redondas y enormes, característica de restaurante Michelín.
En cuanto al salón podemos decir que se nota que no estas en un sitio cualquiera, tienes una sensación de lujo en todo momento.
En una palabra, ESPECTACULAR.
Nosotros que somos muy chulos y muy cerveceros optamos por no pedir el maridaje de vino .Y cuál fue nuestra sorpresa? Cerveza del Cabo, una cerveza fabricada en Almería que esta que te mueres.
Casi nos morimos nosotros al ver en la factura final que nos cobraron 8€ por cerveza.
El pan no nos lo ofrecieron, se lo tuvimos que pedir a nuestra camarera, que por cierto fué uno de los motivos por los que no salimos muy contentos.
El pan estaba super rico, repetimos varias veces.
Parece mas rico de lo que estaba, sin mas.
Te dan la opción fuera del menú de tomarte una tabla de quesos, todos muy buenos.
Parece un limón pero no lo es, un plato genial.
Desde el primero y hasta el último bocado se te llenaba la boca de sabor y texturas que combinaban a la perfección.
Posiblemente lo mejor del menú.
Nos pedimos unos cafés que te los acompañan con unos petit four muy ricos.
También nos clavaron en los cafés, cosa que nunca nos ha pasado en ningún otro restaurante michelín.
Una experiencia gastronómica que no volveremos a repetir, demasiado caro para un menú degustación que pese a estar bien presentado y se nota que hay curro, no nos hizo sentir que mereciera la pena gastarte ese pastizal, 2 estrellas nos parecen muchas….
Precio de 2 personas con cervezas y café 434.70€
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